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Husband Stitch: Placer masculino o salud femenina.

Husband Stitch: Placer masculino o salud femenina.

La violencia estructural afecta a las mujeres y personas gestantes, incluso en momentos donde su bienestar debería ser lo más importante.

17 de julio de 2024

POR Valeria Grassi

El labor de parto y la cesárea son eventos incluyentes y trascendentales en la vida de una persona con capacidad de gestar. Un momento en el que entrega la vulnerabilidad de su cuerpo y capacidad de gestar a sus allegados, así como a su médico para recibir un trato y cuidado no solo básico y necesario, sino también digno y adecuado. Sin embargo, un procedimiento silencioso e invisibilizado llamado "husband stitch", conocido en español como "punto para el marido", únicamente nos ha mostrado la deficiencia de la atención médica y su centrismo en salvaguardar a quien gesta.

El "husband stitch" implica la adición de una sutura extra en la abertura vaginal después de una episiotomía o un desgarro perineal (el área entre la vulva y el ano), con el objetivo de hacer la vagina más estrecha. Una episiotomía es una incisión en el perineo realizada durante el parto. Esta práctica médica, innecesaria y poco informada, es a menudo considerada un mito en muchas plataformas.

Básicamente, cuando una persona gestante da a luz por vía vaginal, los médicos cortan quirúrgicamente el perineo o se rasga de forma natural. Entonces, se necesitan puntos de sutura para que pueda sanar adecuadamente, pero el punto para el marido es una puntada extra que algunas personas gestantes reciben sin su consentimiento (National Organization for Women, 2021). Este procedimiento no tiene beneficios médicos y, de hecho, puede causar un daño significativo a la mujer, tanto física como emocionalmente. Es fundamental recalcar que ningún procedimiento médico debería ser llevado sin consentimiento ni ningún doctor no estético debería recomendar ni mucho menos realizar procedimientos que conllevan un cambio anatómico sin una necesidad médica justificada. 

Ahora bien, revisemos la historia del uso de la episiotomía durante la labor del parto. Como ya se mencionó anteriormente, el punto para el marido es una práctica que carece de investigación y reconocimiento en la literatura médica, de acuerdo con Miller (2023) se volvió más común durante la década de 1920 con la creencia de que ayudaban a prevenir desgarros naturales, incontinencia urinaria y una mejor curación después del parto. Más adelante, ginecólogos y obstetras  comenzaron a creer que podría crear un “mejor perineo” después de dar a luz y agregando el punto para el marido podrían aumentar el placer sexual del hombre durante las prácticas sexuales penetrativas. 

En la década de 1950 el personal médico en Estados Unidos practicaba episiotomías en aproximadamente el 84% de los partos vaginales. En los 70 grupos feministas comenzaron a cuestionarse si las episiotomías eran necesarias. Al mismo tiempo, investigadoras se dieron cuenta que la práctica es en gran medida innecesaria desde el punto de vista médico y en los 80 se descubrió que dejaban problemas a largo plazo como traumatismo tisular grave y relaciones sexuales dolorosas (Ávila, 2021). 

En la actualidad las episiotomías no son tan comunes como lo fueron en el siglo XX, no obstante, siguen registros de clínicas que lo practican. En relación con lo anterior, de acuerdo con National Organization for Women en Brasil, se ha documentado que los médicos rutinariamente añaden el punto para el marido después de una episiotomía para hacer la apertura vaginal más estrecha. También, un estudio basado en National Institutes of Health arrojó que en Cambodia continuaba la práctica de episiotomías con la creencia que le proporcionarán a la persona gestante “una vagina más estrecha y bonita” (2021). 

Cabe mencionar que las episiotomías en algunas ocasiones son necesarias (ojo, que no tiene nada que ver con esta puntada extra) durante el parto. Se pueden requerir si la persona gestante está pujando mucho sin resultados, ya que esta puede reducir el estrés del bebe y reducir futuras complicaciones, si el bebe viene de pompas, si se requiere un parto vaginal asistido o si se produce un desgarro natural en la zona uretral (Miller, 2023).  

Por otra parte, el punto para el marido puede causar complicaciones tanto físicas como emocionales. Las fisicas se traducen en dispareunia o dolor antes, durante o después de las relaciones sexuales, hemorragias, dificultades en futuros partos vaginales, incontinencia, disfunsión del suelo pélvico, cicatrices, fistulas urinarias, así como, uniones anómalas entre órganos del tracto urinario. Las complicaciones emocionales pueden derivar en ansiedad, y/o baja autoestima, estrés postparto de un procedimiento ya abrumador por sí mismo. Además, genera un sentimiento de pérdida de autonomía y control sobre el propio cuerpo, resultando en una combinación de pérdida de dignidad y seguridad, así como un alto sentido de desconfianza en futuros encuentros médicos. 

El punto para el marido refleja cómo se prioriza el placer masculino sobre el bienestar de una persona gestante y su autonomía. Esta práctica permea la idea de que el cuerpo femenino tiene que modificarse y que existe una objetificación del cuerpo femenino para satisfacer las necesidades sexuales del hombre, ignorando las posibles afectaciones físicas y psicológicas que pueden causar a la víctima. 

Es doloroso y agotador ser mujer en un mundo donde ni siquiera podemos confiar en aquellos servicios que suponen cuidarnos. La práctica del "husband stitch" es una prueba desgarradora de cómo incluso en momentos que deberían centrarse en salvaguardar la integridad y la salud, terminamos siendo víctimas de una violencia estructural que, una vez más, favorece únicamente al hombre. Esta sutura adicional no solo es innecesaria, sino que deja cicatrices profundas en nuestra confianza y dignidad. Es hora de reflexionar sobre cómo la atención médica, que debería protegernos y empoderarnos, se convierte en un terreno más de opresión y control. Las mujeres merecemos ser dueñas y únicas decisoras sobre nuestros cuerpos, no más cicatrices.

Bibliografía

Ávila, F.  (2022). El punto para el marido: la terrible práctica médica calificada como violencia obstétrica. El Sol De México. 

Miller, K. (2023). What is a 'Husband stitch'? Health. https://www.health.com/condition/pregnancy/what-is-a-husband-stitch

National Organization for Women.  (2021). The objectification of women’s bodies in healthcare: The Husband Stitch. https://now.org/blog/the-objectification-of-womens-bodies-in-healthcare-the-husband-stitch/

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