La juventud LGBTIQA+ sin hogar en México enfrenta una realidad oculta y olvidada, exacerbada por la discriminación y la falta de apoyo familiar y estatal, lo que demanda visibilización y políticas inclusivas para garantizar su bienestar y seguridad.
24 de junio de 2024
POR Regina Torres
La juventud LGBTIQA+ sin hogar en México es una realidad que a menudo se encuentra oculta y olvidada. Aprovechemos el mes del orgullo para hablar de temas y problemáticas que afectan directamente a la comunidad, visibilicemos esta situación alarmante que enfrentan muchas juventudes en el país. Más allá de celebrar, utilicemos el mes del orgullo para fomentar el diálogo y la reflexión en torno a la importancia de brindar apoyo y crear políticas inclusivas que aborden las necesidades específicas de la juventud LGBTIQA+ sin hogar en México. Este mes del orgullo fomentemos un cambio significativo en la forma en que esta, y otras formas de discriminación, se abordan en el país y busquemos garantizar que las juventudes reciban la atención y el apoyo adecuados para que puedan desarrollarse plenamente en un entorno digno y seguro.
El riesgo de quedarse sin hogar aumenta el doble en poblaciones jóvenes LGBTIQA+ según un estudio del Observatorio para el Análisis y Visibilidad de la Exclusión Social de la Universidad Rey Juan Carlos en España, dentro de este mismo estudio se comparó la población sin techo LGBTIQA+ con las personas en situación de calle en general, y se observó que el segmento de minorías sexuales y de género es más joven. Una de las causas es la expulsión del domicilio, directa o indirecta, como consecuencia de la discriminación por orientación sexual e identidad de género. En todo el mundo, la juventud LGBTIQA+ tiene más probabilidades de sufrir desaprobación, exclusión y rechazo de su familia y su comunidad. Las personas jóvenes son aún más dependientes de sus redes de apoyo, familiares y comunitarias, y al encontrarse sin ellas son aún más vulnerables ante la discriminación y violencia homofóbica. No solamente se enfrentan a la falta de una vivienda, estable, segura y apropiada, sino que también a la falta de medios y capacidad para tenerla. Esta situación trae consigo graves efectos negativos en la salud física, mental y emocional, el desarrollo, el bienestar y la trayectoria de vida de las juventudes afectadas.
La Mtra. Carla Luisa Escoffié Duarte, directora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey, señaló que, si bien el derecho a la vivienda es para todos, para poder garantizar en condiciones de equidad hay que ver las diferencias de distintos grupos y sectores sociales, así como las problemáticas diferenciadas a las que se enfrentan diferentes grupos minoritarios como las juventudes LGBTIQA+.
Incluso si actualmente la población LGBTIQA+ está viviendo importantes cambios en cuanto a legislación y reconocimiento de Derechos Humanos y diversidad de identidades, aún existe una discriminación sistemática por erradicar, la cuál impacta incluso hasta en los nucleos familiares.
El Estado Mexicano ha abandonado la tarea de garantizar el derecho a la vivienda de los jóvenes que forman parte de la comunidad LGBTIQA+, tarea que ha caído en manos de la sociedad civil. Actualmente existen solamente cuatro refugios para personas de la comunidad en la Ciudad de México; Casa Refugio Frida, Casa La Banda, Casa de Día Vida Alegre y Hogar Casilda Buenrostro. Estas juventudes, víctimas de la discriminación homofóbica, en situación de migración o desempleo y a falta de una vivienda digna acuden a estos refugios. Muchos de estos operan al máximo, o incluso sobre sus capacidades, viéndose en la necesidad de estirar sus recursos y adaptar sus servicios ante la fuerte demanda. El Estado Mexicano, a diferencia de los casos de violencia feminicida, dentro de la normativa en materia de derechos de la comunidad LGBTIQA+ no contempla medidas como los refugios para las víctimas en casos de emergencias.
Recordemos que el objetivo del mes del orgullo no es solamente celebrar todas las orientaciones e identidades LGBTIQA+, sino abogar, apoyar, visibilizar y luchar en contra de las problemáticas derivadas de la discriminación homofóbica. Utilicemos el mes del orgullo para dignificar las vivencias de las personas que forman parte de la comunidad y mostrar apoyo no solamente con imágenes o banderas, sino con políticas, proyectos y estrategias que aseguren el bienestar y la seguridad de todas las personas LGBTIQA+.