Lentes Púrpura surge desde la necesidad de construir un México y América Latina incluyente, tomando en cuenta la perspectiva de género.
5 de abril de 2024
POR María Alejandra Kildares Eulogio
Publicado por primera vez, 21 de febrero de 2023.
Negar la violencia y desigualdad de género en pleno 2023 es ignorancia, falta de empatía y desinformación.
Personalmente, la realidad es que soy una persona privilegiada. Cuento con una gran red de apoyo: tengo amistades con las que salgo a bailar hasta que me duelen los pies y amigas feministas con las que también marcho y grito por las injusticias de este país hasta que nos duele la garganta.
Cuento con amigos hombres (pocos, pero valiosos), que se encuentran en proceso de deconstrucción, están conscientes de que tienen un privilegio en la sociedad como hombres y están abiertos a escuchar cómo pueden hacer uso de ese privilegio para visibilizar el movimiento feminista sin intención de apropiarse de este.
Tengo una familia que me ama y apoyaría en cualquier situación que me pase. Incluso tengo la suerte de estar escribiendo en un espacio que me permite expresarme y en el que puedo ayudar a sensibilizar sobre temas de violencia que se tienen que visibilizar.
A veces me envuelvo tanto en mi propia realidad y en mi proceso de deconstrucción que, por más que lea, investigue y escriba sobre las realidades de violencia patriarcal de otras personas, no puedo llegar a dimensionarlas ni entenderlas completamente.
Mientras yo tengo el privilegio de recibir una educación integral, de conocer las leyes que deberían protegerme y de denunciar los micromachismos que observo en mi día a día, hay mujeres a quienes su esposos las golpean por no servir bien la comida y a las que no les permiten trabajar. Hay niñas que son violadas por sus padres o hermanos, y 11 mujeres mueren diario por violencia en México, de acuerdo con Expansión Política.
A veces no dimensiono que en 2021 se registró la máxima cifra histórica de feminicidios en México con un total de 151 casos, según el mismo medio.
Me envuelvo tanto en las estadísticas altas que solo incrementan, pero aún me duele saber que durante 2021 en México, 70.1% de las mujeres de 15 años o más han vivido por lo menos una forma de violencia, ya sea psicológica, económica, física, o sexual, o discriminación en algún ámbito de sus vidas. Esto según el Inegi.
Tampoco entiendo cómo seguimos vivas en un país donde el 86% del territorio nacional está bajo alerta por violencia feminicida y desaparición de mujeres y niñas.
Aun sabiendo estas verdades, no deja de partirme el corazón y no dejo de sentir un nudo en la garganta cada vez que veo una noticia de una mujer desaparecida o veo películas basadas en hechos reales que retratan una de miles de historias de abusos. A pesar de que estas situaciones me generan frustración e impotencia, me hacen recordar la importancia que tiene analizar la cotidianidad desde la perspectiva de género.
Mi propia misión a la lucha feminista la comparto con Lentes Púrpura: visibilizar las problemáticas generadas por la normalización de las violencias cotidianas, para generar un cambio sostenible que garantice espacios libres de violencia.
Lentes Púrpura surge desde la necesidad de construir un México y América Latina incluyente, tomando en cuenta la perspectiva de género como una parte esencial de los espacios privados, públicos e institucionales. Los objetivos son prevenir y atender la violencia de género desde diversas estrategias. Para lograr esto, Lentes Púrpura se divide en dos pilares: Asociación Civil y Consultoría con perspectiva de género. Gracias a las donaciones, a los productos Púrpura con causa y a los talleres espejo podemos financiar nuestro trabajo y reafirmar nuestro compromiso con la lucha.
Como dijo la poeta Jimena González, no deberíamos de estar aquí. Yo no debería de estar escribiendo este artículo desde la rabia y el enojo por la violencia feminicida del país y ustedes no deberían de estar leyendo un artículo sobre ello. Pero mientras se violenten nuestros derechos fundamentales, aquí estaré poniendo mi granito de arena. Mientras las injusticias se perpetúen en nuestra sociedad, seguiremos poniéndonos los Lentes Púrpura.