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Navidad siendo soltera.

Navidad siendo soltera.

¿Por qué socialmente la soltería es mal visto cuando puede ser un momento para cultivar una relación con una misma?

20 de diciembre de 2024

POR Cynthia Morado

A pocos días de que termine el año, con las celebraciones navideñas a un paso y bajo la premisa de que es época de compartir, transitar por estas fechas siendo soltera puede volverse complicado. Vivimos en una sociedad que espera que las mujeres mayores de 30 años estén casadas o que al menos tengan pareja, pero ¿qué pasa cuando no es así?, ¿por qué el apostar por la soltería debería de hacernos sentir incompletas, vulnerables o defectuosas?

 

Como mujer que lleva casi 10 años soltera, entiendo que puede llegar a ser difícil darle la vuelta a las presiones sociales por formar una familia y coexistir con la curiosidad que genera en otras personas el que me sienta feliz y plena con mi situación amorosa así como está. Cómo olvidar el “consejo” de la novia de un amigo cuando ante una de las etapas más confusas de mi vida respecto a mi futuro profesional me dijo que probablemente lo que me hacía falta era un novio, o la sugerencia de una terapeuta a la que acudí en un proceso de duelo muy doloroso de mostrarme más “femenina” y empezar a tener citas para salir de mi depresión, o cuando mi fisioterapeuta siempre abre la conversación de nuestras sesiones con la pregunta de si ya conocí a alguien.

 

Y es como si en estas fechas, en las que solemos hacer un recuento de nuestras experiencias del año, estamos más expuestas a la idea de que cerrar el año estando soltera es sinónimo de fracaso. No por nada en estas fechas se nos bombardea con películas en las que las protagonistas solteras encuentran el amor, como si fuera un “milagro navideño”, invitándonos a querer vivir ese mismo sueño.

 

Con esto no quiero decir que las relaciones de pareja no son importantes o que estoy cerrada a la posibilidad de dar y recibir amor y a compartir mi vida con otra persona. Es sólo que por ahora me siento satisfecha cultivando mi relación conmigo misma ya que estoy convencida de que no puede haber amor verdadero hacia otras personas hasta que no aprendamos a abrazar a nuestro verdadero yo.

 

Es por esto que yo prefiero ver mi soltería como la posibilidad de descubrirme sin la necesidad de definirme a mí misma a través de mis relaciones. Tal como lo explica Jean Shinoda Bolen en su libro Las diosas de cada mujer, las diosas vírgenes son aquellas que personifican los aspectos independientes de las mujeres y su capacidad de sentirse completas en sí mismas. Artemisa y Atenea son arquetipos orientados hacia el logro al representar a las diosas de la caza y de la sabiduría respectivamente, mientras que Hestia, diosa del hogar, enfoca su atención hacia su espiritualidad.

 

Lo que encuentro más alentador sobre estas tres diosas es que, lejos de ser vistas a menos, fueron figuras respetadas y reconocidas por sus talentos individuales, algo que me gustaría experimentar la próxima vez que alguien me pregunte sobre mi situación sentimental.

 

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